Por doquier “salta una liebre”, según la cual “la pelota está en manos de Cuba” después de las medidas flexibizadoras del mandatario estadounidense respecto a la nación caribeña, razón por la cual este periodista se formula otra pregunta: ¿cuál “pelota”?
Ni siquiera en 1959, cuando empresas norteamericanas radicadas en la Isla fueron expropiadas conforme a Derecho de millones de hectáreas de tierras, con métodos de indemnización similares a los empleados por Douglas Mc Arthur en Japón, Cuba lanzó “pelota” alguna contra los EE.UU.
Incluso, documentos oficiales de ese país, ya desclasificados, prueban que la entonces al mando Administración Eisenhower, mínimo discutía un conjunto de medidas hostiles a la tierra de José Martí, ANTES de la primera reforma agraria criolla.
Mas ahora, por suerte para todos, tanto Obama como Raúl Castro parecen mostrar capacidad para superar a la pasión característica de los conflictos, e involucrarse en estrategias de colaboración que beneficiarían a las naciones por ellos presididas, al continente americano y al mundo.
Tiempo al tiempo, y guardia en alto sobre quienes dentro y fuera de Cuba, y la nación del Potomac, se aprestan a impedir u obstaculizar lo más posible la comunicación entre ambos estadistas, no otra cosa que la comunicación entre los pueblos por ellos representados, al más elevado nivel.
Ojo atento: tanto como las liebres “peloteras”, indicios de esa pretensión saltan por doquier. Ni caso tiene señalar que avisa de esas oscuras pretensiones la por estos días muy empleada frase “la pelota está del lado de Cuba”, al igual que el hecho de que la prensa cubana no haya informado a la población criolla, con detalle merecido, de las medidas flexibilizadoras del bloqueo aprobadas por Obama.
Muchos compatriotas han agradecido a este periodista su remisión por correo electrónico de la nota oficial del Departamento de Estado de los EE.UU., donde se detallan las decisiones de Obama sobre Cuba, razón por la cual vale ocupar espacio en estas líneas para relacionarlas, en un intento por paliar lo que la prensa cubana no ha cumplido como deber. Así pues, aquí van, editadas para su mejor entendimiento:
1) levantar todas las restricciones a las transacciones relativas a viajes de familiares a Cuba, lo cual incluye definir qué familiares pueden recibir visitas de hasta tercer grado de consanguinidad (primos en segundo grado) y permitir que individuos que comparten residencia común como familia con un viajero autorizado los acompañen.
Asimismo, eliminar limitaciones en frecuencia y duración de las visitas, al igual que autorizar las cantidades de gastos que sean las mismas que las de viajes no familiares, y eliminar los límites de 44 libras de peso en el equipaje que se traslada, así como autorizar a los viajeros a transportar hasta 3.000 dólares en remesas y establecer licencias generales para bancos y otras instituciones de depósito para que trasladen remesas, además de aumentar el límite al valor de elementos no alimenticios hasta 800 dólares;
2) eliminar las restricciones a las remesas a familiares en Cuba y autorizarlas a individuos de hasta tercer grado de consanguinidad (primos en segundo grado) siempre que no se autoricen remesas a miembros del gobierno de Cuba o del Partido Comunista que actualmente tienen prohibido recibirlas.Igualmente,eliminar límites en cuanto a frecuencia y cantidad ;
3) autorizar mayores enlaces de telecomunicaciones con Cuba y permitir a los proveedores de telecomunicaciones estadounidenses implementar acuerdos para establecer instalaciones de telecomunicaciones de fibra óptica y satélite entre Estados Unidos y Cuba;
4) otorgar licencias a proveedores de servicios de telecomunicaciones estadounidenses para establecer y operar acuerdos de servicios de conectividad con los proveedores de servicios de telecomunicaciones de Cuba;
5) otorgar licencias a proveedores de servicios de radio y televisión por satélites estadounidenses para que establezcan y participen en las transacciones necesarias para ofrecer servicios a clientes en Cuba;
6) otorgar licencias a personas sujetas a la jurisdicción de Estados Unidos para activar y pagar a proveedores estadounidenses y de terceros países servicios de telecomunicaciones, radio y televisión por satélite proporcionados a individuos en Cuba, excepto a ciertos funcionarios principales del Partido Comunista y gobierno cubanos;
7) autorizar la donación de cierto número de aparatos de telecomunicación para el consumidor sin que sea necesaria licencia, lo cual implica permitirlo de manera consistente con las preocupaciones de seguridad nacional, respecto a la exportación o reexportación de aparatos de comunicación personal donados a Cuba, tales como sistemas de telefonía móvil, computadoras y programas de computadora, así como antenas receptoras de satélite mediante una excepción de licencia;
8) añadir ciertos elementos humanitarios a la lista de elementos elegibles para la exportación mediante excepciones a las licencias, y revisión de los reglamentos de paquetes con regalos. Se ampliará el alcance de las donaciones humanitarias elegibles por medio de excepciones a las licencias, al restaurar la inclusión en la lista de elementos elegibles para ser incluidos en paquetes de donación de regalos: suministros de ropa, elementos de higiene personal, semillas, medicamentos y suministros veterinarios, equipos y suministros de pesca, y equipo para fabricar jabón.
Asimismo, restaurar la inclusión en la lista de los elementos intercambiados como regalos entre individuos en “cantidades normales y razonables” para poder mandarlos en paquetes de donación de regalos.De igual modo, ampliar la inclusión de los donantes elegibles para paquetes de regalos para que pueda ser cualquier individuo, y ampliar la inclusión de los receptores elegibles para paquetes de regalos para incluir a individuos que no sean del Partido Comunista o funcionarios del gobierno cubanos que ya tengan prohibida la recepción de paquetes de regalo, u organizaciones de caridad educativas o religiosas no administradas o controladas por el gobierno cubano.(3)
Con el mayor respeto por quienes piensen distinto, este periodista opina que ningún presidente de los EE.UU. ha llegado tan lejos y en tan poco tiempo, desde su toma de posesión, para destrabar por el lado que le toca el complejo diferendo entre la nación del Potomac y la tierra de José Martí. Los hechos son tercos, gustaba decir Lenin, y añadía que cuando no pueden entrar por la puerta, saltan por la ventana.
Corresponde ahora a las autoridades cubanas aprovechar al máximo las posibilidades creadas por el conjunto de aperturas autorizadas por Obama. En ese sentido, sólo en ese sentido, sí que la pelota está del lado de Cuba. Obsérvese que para nada se trata de hacer concesiones políticas, sino de iniciar tratos comerciales con las empresas norteamericanas legalmente autorizadas, principalmente en los sectores asociados al turismo, la banca y las telecomunicaciones.
Un simple ejemplo asociado al nuevo escenario es el del controvertido acceso a Internet por parte de los cubanos: de hecho, y de derecho, Obama ha eliminado, si no todos-- no es este periodista un técnico para opinar autorizadamente--, por lo menos la absoluta mayoría de los obstáculos que por la parte norteamericana impedían o minimizaban ese acceso. El ministro de Informática y Comunicaciones de Cuba, Ramiro Valdés, afirmó recientemente que la Isla tiene la “resuelta voluntad” de avanzar en el terreno de las tecnologías de la comunicación, pero con medidas que contribuyan a incrementar la seguridad, porque no obstante sus peligros, son “imprescindibles para seguir avanzando por las sendas del desarrollo”. (4)
Expresó Valdés, además, que ''Ante estas nuevas amenazas y la resuelta voluntad de avance de nuestro país, será imprescindible remodelar estrategias y acciones que contribuyan al constante incremento de los niveles de seguridad de nuestras redes y la permanente preparación de nuestro pueblo'' (5)
Palabras sabias, las del ministro, porque describen la necesidad y posibilidades abiertas a Cuba por las medidas de Obama, los peligros que en éstas se encierran y cuál debe ser la actitud criolla ante el potencial daño. Todo cuando fue aprobado por el inquilino de la Casa Blanca es como una cobra, cuyo veneno mata o cura. Por ello, cerrarse a las posibilidades por la simple existencia de los peligros, es como botar al niño junto con el agua sucia de la palangana. (6) De paso, por alguna olvidada página del diario Granma, aparece una afirmación de Carlos Lage, según la cual, para crecer 1 % en el Producto Interno Bruto, era necesario crecer no menos de 3 % en las comunicaciones.
Alerta, pero mucha alerta, porque tan o más peligrosos que los planes norteamericanos contra Cuba -- sin dudas vigentes, pero ahora de manera distinta -- lo son los burócratas criollos, para quienes un pleno acceso del cubano de a pie a las corrientes de información sí es como una cobra enfurecida, la cual mata y para nada cura.
Así, la relación entre Cuba, Obama y el reto, es saber exactamente aprovechar todas las nuevas posibilidades creadas, con plena conciencia de los peligros que acechan a la tierra de José Martí. En tal sentido, la máxima capacidad es una: promover a los muy necesarios burócratas con vocación de servicio público, al tiempo que se enyuga a aquellos de sus colegas que se han erigido en “clase para sí”. Y conste: sin el protagonismo del pueblo, de los trabajadores manuales e intelectuales que constituyen la médula del Estado socialista cubano, éso es imposible.
Cuba, no caben dudas, arribó a un reto enorme.
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Hace 6 meses
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