Cuarenta años despues de independizada Cuba, cuando se oficializó el Himno de Bayamo como el Himno Nacional en 1940, se suprimieron las últimas estrofas a fin de evitar herir la sensibilidad del pueblo español, al cual los cubanos han permanecido siempre muy unidos por lazos de sangre y cultura.
A pesar de que Perucho Figueredo compuso una música para el himno esta fue modificándose con el tiempo, al no contar muchas veces con la referencia de la partitura original. Esto originó que se creasen distintas armonizaciones, las cuales diferían en mayor o menor medida del original. En 1983, el investigador y musicólogo Odilio Urfé presentó una ponencia a la Asamblea Nacional del Poder Popular en la que propuso la versión actual (y definitiva) del himno.
¡Al combate corred bayameses,
que la patria os contempla orgullosa;
no temáis una muerte gloriosa,
que morir por la patria es vivir!
En cadenas vivir es vivir
en afrenta y oprobio sumido.
Del clarín escuchad el sonido;
¡a las armas, valientes, corred!
No temáis; los feroces íberos
son cobardes cual todo tirano;
no resisten al bravo cubano;
para siempre su imperio cayó.
¡Cuba libre! Ya España murió,
su poder y su orgullo ¿do es ido?
¡Del clarín escuchad el sonido
¡¡a las armas!!, valientes, corred!
Contemplad nuestras huestes triunfantes
contempladlos a ellos caídos,
por cobardes huyen vencidos:
por valientes, supimos triunfar!
¡Cuba libre! podemos gritar
del cañón al terrible estampido.
¡Del clarín escuchad el sonido,
¡¡a las armas!!, valientes, corred!
La Bayamesa
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