Pepe es alguien especial, una de esas personas carismáticas que en los momentos de tristeza con sólo unas palabras hace reír a todos. En el aula es el promotor de cuánta actividad se planifique, todos se sienten orgullosos de tener a alguien así tan cerca. Pero hace un par de meses la cosa ha cambiado, ahora lo rechazan, es como si no existiera, ¿qué habrá pasado?, ¿acaso ya se cansaron de divertirse? Pues no, todavía se hacen fiestas, se inventan viajes..., solo que él es invisible, ya no cuenta para nada. Al indagar sobre el asunto, la respuesta a todas mis interrogantes era muy sencilla: Pepe era homosexual.
Para algunos, las conductas homosexuales son solo conductas, momentos de vida, satisfacciones de alguien que encontró su verdadero camino, ya sea hombre o mujer. Para otros, se vuelve algo intolerable, para ellos no tiene perdón modificar las normas sexuales establecidas, y sobre todo, es absurdo el hecho de sentirse orgullosos de seguir sus sentimientos.
Lo cierto es que cada persona tiene derecho a expresar sus criterios, formas de vida, y manifestar la conducta social, sexual y familiar que estime conveniente, sin poner en ningún momento en peligro la vida de los demás.
La homosexualidad es centro de muchas contradicciones, tanto en el seno familiar como en la sociedad. A veces olvidamos que la persona en cuestión sigue siendo la misma, solo que decidió con quièn y cómo manifestar su sexualidad.
Para casi todos, la homosexualidad, tanto masculina como femenina, produce aún una alarma, y continúa siendo un tema que incomoda a muchas personas, y cuando se aborda, se hace sobre la base de los prejuicios y la exclusión.
Es importante no cerrar las puertas al entendimiento, seamos racionales, pues no podemos convertir nuestras vidas en una constante lucha contra lo genético. No olvide que la tolerancia es lo más importantes en las relaciones humanas. No pido que asuma su conducta, solo pretendo que vea al ser humano que hay detrás de ese rostro y piense cómo se siente al verse rechazado por todos.
...Y ahí sigue Pepe, esperando por la comprensión de sus "buenos amigos". ¿Encontrará algún día a personas comprensibles que le acepten tal y cómo es?
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