Hoy continúo con lo que prefiero, escribir para todos, sin dejarme llevar por los gustos y preferencias de mis lectores, que ofendidos o no, algunos dejan sus impresiones en la sección de cometarios. Hoy la polémica a tratar viene del sur, o sea, de los pueblos que han servido como patio trasero a las grandes potencias. El mal fue engendrado en el norte y estos pueblos todavía no tienen el poder o la voluntad suficiente para despojarse de una vez y por todas del legado bochornoso que han dejado en su tierra los que pretenden ser dueños del Universo.
Me preocupa el tema de las venideras elecciones de Gobernadores y Alcaldes en Venezuela. Sigo de cerca el tema, es candente, se define la continuidad del proceso bolivariano encabezado por Hugo Chávez, Venezuela se ha caracterizado por ser un país violento y tenso y ese ambiente comienza a respirarse en el tramo final de la campaña electoral que tiene su meta el 23 de noviembre. Llama la atención la cantidad de partidos y organizaciones políticas que lanzan a la carrera al mejor postor, que no hace más que invertir con la mirada puesta en los beneficios que puede sustraer siendo por lo menos Alcalde. El mundo de la política es muy complejo y en una mesa de negociaciones puede suceder cualquier cosa. Partidos que rivalizaban antaño no tienen otra opción que unirse y hacerle frente al PSUV que goza de apoyo popular. Es un tema muy complejo y no pretendo abarcarlo.
El verdadero motivo de este artículo es la preocupación que genera en muchos el hecho que se estén enfrentando en las calles las personas como si fuese una fiesta. Algunos venezolanos comentan que esa actitud está en la cultura del pueblo, decirse cosas desagradables, insultarse e incluso matarse. ¿A nombre de qué? ¿De una democracia que entiende el lenguaje del billete verde? Esas personas que se lanzan piedras son pobres todos, algunos influenciados por palabras lindas de otros que solo siguen el rastro del dinero. Me sorprende como se emplea el dinero en una Campaña Electoral: en comprar a los pobres primeros con regalitos y limosnas hasta comprometerlos tanto que se vean obligados a dar su voto por ellos. El voto se obtiene también con presiones y chantajes: los patrones obligan a sus trabajadores a participar en las manifestaciones y marchas opositoras al gobierno actual en Venezuela. La manipulación provoca que las mismas personas de la clase humilde se enfrenten entre si haciéndolos creer que están en medio de una celebración.
Esas son las fiestas que América Latina no necesita, la muerte se viene desde el norte disfrazada de democracia. Mientras los pobres se matan entre si los candidatos aspirantes a la Alcaldía o Gobernación pueden estar sentados a la misma mesa conversando cualquier tema que no sea política y tomando unas cuantas cervezas. El pueblo nunca se enteraría de estas ironías que tiene la vida política. Los que tienen dinero son los que pueden costear una campaña electoral, ya lo dije, es una inversión que cobra sus frutos luego de las elecciones; el pueblo tuvo diversión y debe estar conciente que debe pagar con sufrimiento.
"Divide y Vencerás", ideología made in USA destinada a los pobres, que inocentemente se dejan manipular por poderosos que no les permiten darse cuenta de los cambios y beneficios que ha experimentado el país con el actual presidente Hugo Chávez. El pueblo en vez de irse a pelear debe unirse y compartir ideas que lleven a todos por la senda de la justicia social. Basta de peleas y muerte, merece la humanidad el respeto y la consideración hacia la vida de cada individuo. Queremos ver como acaba el sufrimiento, la única solución es dar cada quien el primer paso e invitar a nuestros similares a imitarnos. Démonos la Paz.
Elecciones de Gobernadores y Alcaldes en Venezuela
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