El gusto por el mar lo traía en la sangre. Nacido en el pueblo costero del Surgidero de Batabanó el 23 de febrero de 1921, e hijo de un cortador de esponjas, Norberto Collado terminó enrolándose en el mundo marinero.
En plena Segunda Guerra Mundial se alistó en la Marina de Guerra Nacional. De sus años como operador en esta institución armada, solía rememorar la ocasión en que participó en el hundimiento exitoso en 1943 de un submarino alemán que había hecho mucho estrago por nuestras costas. Por esa acción recibió un puesto en la Policía Marítima del Puerto de La Habana, el que abandona a raíz de los sucesos del 10 de marzo de 1952. Y se fue con sus inquietudes políticas a militar en la Juventud Socialista.
Su participación en acciones clandestinas le deparó las primeras torturas y 22 meses de cárcel en la Isla de Pinos. Allí conoció a Fidel y a sus compañeros, cuando fueron recluidos en el Presidio Modelo luego del Asalto al Cuartel Moncada.
Con la amnistía de 1955 marchó al exilio; ya militaba en las filas del Movimiento 26 de Julio. Llegó entonces el encuentro con el grupo de jóvenes que se entrenaban en México para hacer realidad el compromiso de Fidel: "En el 56 seremos libres o mártires".
En la madrugada del 25 de noviembre de 1956 el yate Granma zarpaba del puerto de Tuxpan, con 82 expedicionarios a bordo. Uno de ellos era Collado, el primer timonel.
"Pichirilo, dominicano y gran marinero, compartió conmigo la función de timonel. Allí estábamos por la vinculación que teníamos con el mar y con la responsabilidad de conducir y garantizar la travesía del yate Granma hasta el sur de las costas orientales de Cuba. Yo no supe mi tarea hasta el mismo momento en que subí. Fue entonces cuando Fidel me dijo: ‘Collado, tú eres el timonel’.
"...Eran aproximadamente las 06:00 horas del 2 de diciembre de 1956. El Granma había cumplido de manera increíble una larga travesía comportándose como una embarcación de gran porte ante un mar embravecido, con exceso de carga y desperfectos técnicos. ¡Ese era mi barco!" (*)
Ya en tierra fue capturado después del combate de Alegría de Pío. Condenado a seis años de prisión es recluido en el Presidio Modelo de la Isla de Pinos hasta el triunfo de la Revolución.
En enero de 1959 se incorporó a la Marina de Guerra Revolucionaria, donde ocupó diferentes responsabilidades hasta 1981 en que fue designado para la atención y cuidado del yate Granma, expuesto en el Museo de la Revolución. "Fidel me dijo: ‘Collado, cuídalo’. Y yo le respondí que el barco era mío. Se me fue aquello, pero es que para un marinero el barco es como su casa".
El capitán de Navío Norberto Collado, el timonel del Granma, emprendió ayer un nuevo viaje, esta vez con proa definitiva a la historia.
(*) Libro Collado: Timonel del Granma, autor Norberto Collado Abréu.