Keith Ellis se opone a la campaña mediatica desatada contra Cuba

Keith Ellis, es destacado ensayista y crítico de arte, quien recibiera en Cuba el primer Premio Internacional Dulce María Loynaz que entrega la UNEAC.
"Lo que está haciendo la prensa internacional contra Cuba es terrible, esta campaña mediática que se lleva a cabo a través de la radio, la televisión y los periódicos es perfectamente condenable".
"El problema es que todo se rige por el gran monopolio que sobre la prensa existe en Norteamérica, donde dos o tres compañías dominan por completo la opinión pública. Ellos toman una decisión y todos los demás la siguen, es como una norma establecida. Y si tienen la posibilidad de falsificar los hechos, como lo han hecho en Cuba ahora, pues se convierte en un gran escándalo. La gente entonces se guía por lo que lee en los periódicos y ve en la televisión, eso es un tipo de crimen contra las personas, contra los pueblos: la falsificación y la tergiversación de la verdad. De ahí que uno necesariamente tiene que protestar contra eso, que firmar, y eso es lo mínimo que podemos hacer. Debemos reaccionar contra los abusos porque esto que se está suscitando contra Cuba es un abuso."

"En EE.UU. ya es una norma, y ahora también está sucediendo en el Caribe", sin embargo, agregó que puede ser difícil combatir estas acciones desde el punto de vista del control, "pero cada uno tiene que hacer todo lo que pueda y esté a su alcance".
"Cuba es el país que dirige las cosas desde la perspectiva humanitaria, es el país que piensa en ayudar a los pobres, en interesarse por todos, y ese mismo sistema mediático que hoy lo acusa no toma en consideración esas personas que han salido beneficiadas".
"Gran parte de lo que se está haciendo hoy tiene que ver con la solidaridad, el apoyo y la educación que ha brindado Cuba a los pueblos. El sistema que este país ha desarrollado para salvar a la gente de la situación en que vive, me ha servido para escribir incluso poemas", esa es una de las maneras que tiene de combatir y ayudar a Cuba, un pueblo que, asegura, "no tiene sustituto. Considerando los intereses de la humanidad, no me imagino un mundo sin Cuba y sin la Revolución Cubana".